PROPUESTAS POLÍTICAS PARA A Elaboración DE UNA LEY GALLEGA DE RESIDUOS QUE AVANCE CARA O Residuo CERO
A Lei de residuos y suelos contaminados de Galicia debería ser una ley para la gestión sustentable de residuos, así como una herramienta jurídica para dar un giro cara el nuevo paradigma europeo y mundial de la economía circular.
La generación de residuos en Galicia tiene que disminuir y los residuos que se generen, deben dejar de ser un residuo para convertirse en un recurso.
Debe ser fundamental romper con la dinámica centralizadora de la gestión de residuos en Galicia en la que la mayoría de la basura gallega viaja largas distancias por nuestro territorio por último incinerado (na súa maior parte) o depositado en un macrovertedoiro en el ayuntamiento de Cerceda, agravando así enormemente los efectos del cambio climático y el despilfarro de recursos.
Es entonces obligado (por imperativo legal) avanzármelos cara una gestión descentralizada de los residuos:
- Que respete el principio de cercanías
- Que priorice el principio de precaución.
- Que asegure la protección ambiental , la salud de las personas y la protección de los recursos.
- Que esté adaptada a nuestra organización territorial
- Que minimice el gasto energético y las emisiones contaminantes asociadas al transporte.
- Que sea flexible y viable.
- Que sea justa socialmente.
Desde Amigos de la Terra sabemos que el éxito en la implantación de cualquiera medida, especialmente en el plano tan sensible de en medio ambiente, depende de la colaboración y del grado de participación real de la ciudadanía.
Por esto un aspecto fundamental debe ser lo de priorizar los procesos de participación activa, la educación ambiental, la formación y la concienciación por parte de las administraciones que sea constante y que consiga conseguir un cambio de hábitos reales a todos los niveles y a todas las edades.
Para 2020, a Unión Europea marca cómo objetivo alcanzar el 50 % en la recogida selectiva de los residuos generados. Las consecuencias del incumplimiento siempre son más grabes que el esfuerzo de alcanzar los objetivos marcados.
El primero gran reto para cumplir es la recogida selectiva obligatoria y el tratamiento diferenciado de la materia orgánica, que supone, en peso, un 40 % más o menos de la fracción resto. Ya hay municipios gallegos con iniciativas muy ambiciosas postas en marcha (ejemplo del Plan Revitaliza de Pontevedra) y mancomunidades enteras con recogida separada de la materia orgánica para su compostaje (Mancomunidad del Barbanza), pero eso aun representa, en porcentaje sobre el total gallego, una parte demasiado pequeña.
A cuyo objeto, es imprescindible incorporar en esta ley a obligatoriedad de la recogida de la materia orgánica antes de 2022, potenciar al máximo a autocompostaxe y la calidad de los residuos , y marcar un límite máximo de un 5 % de impropios que asegure que el tratamiento y por lo tanto el compost resultante sea de calidad.
Desde Amigos de la Terra, proponemos una serie de medidas clave que posibilitarán una transición ecológica justa y un cambio cara un modelo de residuos Cero que practique la economía circular.
Solo transformando la economía conseguiremos alcanzar una Transición Ecológica justa y necesaria para mantener el estado de bienestar de toda la ciudadanía y contribuir a frenar la realidad del Cambio Climático que actualmente estamos viviendo.
1. Materia orgánica:
Desde Amigos da Terra vemos muy necesario el adelanto del objetivo de la recogida separada de biorresiduo a 2021 para municipios mayores de 5000 habitantes y la 2022 para el resto de municipios. Se considera que no se debe esperar al 2023.
Se proponen trabajar sobre las siguientes medidas:
- Separación selectiva en origen de las diferentes fracciones mediante el sistema “Porta la Puerta” y el “Quinto contenedor cerrado”, que son los que demuestran ser más eficaces y eficientes.
- Crear las infraestructuras necesarias para posibilitar este cambio de modelo que prima la descentralización para que los residuos viajen el menos posible, evitando grandes emisiones de gases de efecto invernadero ( GEI).
- Fijar un objetivo del 75% de captura de la fracción orgánica de los residuos municipales ( FORM) con menos del 5% de impropios.
- Reclamamos desplegar la enorme potencialidad del compostaje, a través de una gestión descentralizada:
• Adaptada la cada realidad territorial y que cumpla con el principio de cercanías
• Que minimice el gasto energético y las emisiones asociadas al transporte
• Que sea flexible y escalable, a través de modelos mixtos que incluyan el compostaje doméstico en todos los sitios en los que sea posible, combinado con el compostaje comunitario, la agrocompostaxe y las plantas comarcales o pequeñas plantas. Modelos que demostraron la obtención de un compost de calidad, uno de los mejores aliados contra la crisis climática, por su capacidad de regeneración y nutrición del suelo y las plantas que en él crecen, preparándolo para la adaptación y mitigación ante los impactos del cambio climático.
- Que favorezca la creación de empleo para colectivos con dificultades.
- Debe producirse una regulación del compostaje comunitario, o agrocompostaxe y las pequeñas plantas, adaptada a su realidad y que no suponga un impedimento la estas actuaciones, como viene sucediendo actualmente en numerosas Comunidades Autónomas, donde la exigencia para estas actividades está equiparándose a las de las grandes plantas de compostaje, imposibilitando su implantación.
- Incorporar la educación ambiental para posibilitar este cambio de modelo debido la que está demostrado que es una herramienta que actúa de manera positiva implicando activamente a la ciudadanía. En cambio, se constató que su ausencia repercute en una peor calidad del biorresiduo.
- Prohibir la eliminación finalista, mediante vertido o incineración de la FORM, máxime si procede de recogida.
2. Reducción de los plásticos de un solo uso
Para frenar la generación y consumo de plástico de un sol solo uso y sus impactos en medio ambiente, la salud y la economía es urgente a aplicación de una estrategia global de reducción. Las medidas de reducción que proponemos para los plásticos de un solo uso soy:
- Objetivo de reducción para todos los plásticos de un solo uso (no únicamente los envases de bebidas y recipientes de alimentos tal y como indica la Directiva 2019/904) del 50% para el 2025 y del 80% para el 2030 para objetos y envases de plásticos de un solo uso envasados, excepto lo que sean esenciales mediante previa justificación (por ejemplo, objetos para atención sanitaria) y productos no esenciales.
- Prohibición de la introducción en el mercado de productos de plástico de un solo uso enumerados en la parte La y B de la Directiva (UE) 2019/904 que son los envases para bebidas (incluyendo sus tapas y tapones), los recipientes para alimentos, los bastonciños, cubiertos, platos, palliñas, agitadores, paos unidos a globos, entre otros plásticos tal y como ya realizaron comunidades autónomas de las Islas Baleares, Comunidad Valenciana y Navarra.
- Que esta lista de objetos y envases prohibidos se extienda y si actualice regularmente a más objetos y envases (por ejemplo, bolsa# de plástico ligeras, productos de cigarros, globos y otros plásticos desbotables, problemáticos e innecesarios).
- Medidas para reducir lo sobre-envasado y los envases superfluos (definición del concepto de “embalaje mínimo necesaria”), prohibición de determinados elementos de envasado e introducción de tasas económicas sobre los materiales en función de su impacto ambiental y que penalicen el uso de plástico de un solo uso al tiempo que premien e incentiven el uso de elementos y envases reutilizables.
- Incorporación de incentivos fiscales para promover la venta a granel y el uso de recipientes reutilizables con sistemas de consigna ( SDDR) para la comida preparada y para llevar.
- En eventos públicos, incluidos los deportivos, que cuenten con algún tipo de apoyo público, prohibición de la distribución de vasos, platos, cubiertos y envases de bebidas de un solo uso.
- Prohibición, con carácter general, de distribución de envases de un solo uso (comida y bebidas) en edificios e instalaciones de las administraciones y entes públicos, con excepción de centros sanitarios (hospitales).
- Obligatoriedad de instalación de fuentes de agua en condiciones que garanticen la higiene y la seguridad alimentaria en edificios e instalaciones de las administraciones y entes públicos.
- Permitir que el contenedor amarillo sea multi-envases y acepte todo tipo de envases.
- Prohibición del uso de productos alimentarios en monodosis y utensilios de un solo uso fabricados con plástico y otros productos de difícil gestión en los establecimientos de hostelería y restauración para el año 2030.
3. Preparación para la reutilización
Consideramos que es importante reforzar la cultura de la reutilización, haciendo hincapié en la economía social y solidaria como fórmula para conseguir el objetivo de reducir residuos domésticos, electrónicos e informáticos. En este sentido las medidas que se proponen sonido:
• Establecer el objetivo de 5% para el 2025 de preparación para la reutilización ( RAEE, textil, mobiliario etc.)
• Reforzar la pervivencia de las tiendas y talleres de reparación de objetos de todo tipo incluido el textil, impulsando medidas que favorezcan el mantenimiento de las actuales y el crecimiento de otras noticias.
• Prolongar la durabilidade y reutilizabilidad de los productos alargando su vida útil y haciendo una recogida de los voluminosos eficaz que permita su recuperabilidad y que responsabilice a las empresas productoras de la gestión de residuos como lámparas, pillas, baterías o neumáticos.
• Incluir en los puntos limpios la recepción y almacenaje selectivo de productos para su reutilización y de residuos municipales destinados a la preparación para la reutilización, así como las actividades necesarias para esta finalidad.
• Crear en los puntos limpios centros de asesoramiento, educación y prevención sobre residuos y crear redes de intercambio, a través de unidades móviles, que alarguen la vida útil de los productos.
• El impulso de convenios con entidades sociales que fomenten la reparación de aparatos electrónicos y textiles, entre otros residuos en estas instalaciones. Este mercado crea muchos puestos de trabajo.
• Impulsar y propiciar las tiendas y mercadiños de segunda mano e intercambio productos usados.
4. Implantación de sistemas de depósito y retorno de envases ( SDDR)
Los sistemas de depósito, devolución y retorno de envases ( SDDR) están demostrando ser un instrumento incentivador en países en el norte de Europa donde viene aplicando desde hace años. Es un sistema que ofrece un beneficio directo para el consumidor y para el reciclador. El primero recibe un incentivo económico instantáneo cuando realiza la devolución de los envases en un punto de recogida y el segundo se beneficia porque obtiene un material de calidad apto para la transformación de residuo a recurso.
Mediante la implantación para el 01 de enero del 2023 de un SDDR para los envases de bebidas que más se abandonan en medio natural se alcanzarán los siguientes objetivos:
• Tasas más altas de recogida separada, alrededor del 90% en Europa, para cumplir con el objetivo de recogida separada del 90% para botellas de plástico de bebidas para lo 2029 establecido en la Directiva sobre plásticos de un solo uso y ayudarán a alcanzar los objetivos de reciclaje y prohibición de vertido.
• Frenar la acumulación de plástico en los océanos y el medio ambiente pudiendo reducir los envases de bebidas en el océano ata en un 40%.
• Ser un trampolín hacia una mayor reutilización; la reutilización siendo preferible al reciclaje
• Generar ahorros para los municipios y no implicar costos adicionales para las instituciones públicas. O Sddr pode financiarse a sí incluso, independientemente del sistema de recogida (manual o automático) que se elija.
• Ser una herramienta para que los ciudadanos puedan visualizar el impacto directo de sus acciones, siendo el SDDR apoyado por más del 80% de la población.
• Proporcionar un reciclaje de mayor calidad que tendrá un mayor precio de mercado
• Permitir el mejor sistema para lo reciclaje botella a botella.
• Implementar los principios de la responsabilidad ampliada del productor.
5. Reducción del desperdicio alimentario
Los alimentos son un recurso valioso que no podemos desperdiciar. Con todo, cada año se producen miles de toneladas de alimentos que acaban en la basura y generan una gran cantidad de residuos. A Fao estima que un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo son desperdiciados. La producción, distribución y conservación de alimentos genera diversos impactos ambientales, como los consumos de agua, combustible y electricidad que se requiere en su producción, transporte, procesamento, ... así como las emisiones de CO2 que contribuyen al cambio climático. La gestión disteis residuos también conlleva impactos ambientales, sociales y un gasto económico para las arcas públicas, la ciudadanía y las propias empresas del sector alimentario.
Así pues, en el ámbito del desperdicio alimentario, la prioridad debe ser no producir excedentes alimentarios y garantizar que los alimentos no acaben en la basura. Y dado que se pierde comida a lo largo de todo el ciclo alimentario, hay que reducir su desperdicio desde los diferentes sectores. A cuyo objeto es clave a implicación de los productores, la industria alimentaria, la distribución, el sector de la restauración y la hostelería, la restauración colectiva, los consumidores y las administraciones públicas.
Las medidas que se proponen sonido:
• Establecer un objetivo de reducción del 50% del desperdicio alimentario para lo 2030 en proporción con el producido en 2020.
• Implantar medidas concretas de reducción en todos los eslabones de la cadena alimentaria a través de una regulación específica con objetivos y plazos. Esta normativa debe priorizar la prevención del desperdicio en origen ante la redistribución de los excedentes y a lo largo de toda la cadena alimentaria desde la producción primaria ata el consumidor final. Asimismo debe contemplar, entre otras, la obligatoriedad de contabilizar e informar anualmente los niveles de desperdicio para todos los agentes, adoptar las acciones pertinentes para aplicar la jerarquía de la prevención, permitir la comercialización de alimentos a punto de caducar o con fecha de consumo preferente vencida, obligatoriedad del sector de la restauración para facilitar a los clientes llevar las sobras preferiblemente en envases reutilizables, el régimen sancionador correspondiente etc.
6. No más tratamiento finalista: escombreras, incineración y coincineración
El vertido, la incineración y la coincineración de residuos son las peores soluciones para el tratamiento de los residuos, por sus mayores impactos ambientales y su insostibilidade. Figuran nos últimos escalones en el principio de jerarquía en el tratamiento de residuos. Además, supone un problema de salud pública por los impactos sanitarios de la incineración en las poblaciones residentes que viven alrededor de las mismas.
Proponemos por lo tanto que se adopten las siguientes medidas:
- Prohibición de la incineración de todos los residuos que han sido recogidos separadamente.
- Prohibición de la incineración o coincineración de residuos reciclables o valorizables materialmente (por ejemplo, los neumáticos a excepción de uso se pueden reutilizar o triturar para elaborar mezclas asfálticas para carreteras, los lodos de depuradoras se pueden compostar y utilizar en agricultura, la biomasa se pode triturar y añadir a los suelos forestales para mejorar su contenido en carbono, la FORM se pode tratar mediante compostaje produciendo cómo resultado un compost de gran valor para la regeneración y avance de calidad de los suelos favoreciendo su resiliencia frente a los impactos del cambio climático, etc.)
- Prohibición de la incineración de la materia orgánica procedente de los residuos municipales y con mayor razón si procede de recogida separada en origen cuyo destino prioritario debería ser el compostaje para la elaboración de compost de calidad para la agricultura.
- Elaboración de un programa de cierre a 5 años de la incineradora de Sogama.
- No se construirá ninguna nueva incineradora, ni se consentirá la conversión de centrales térmicas obsoletas en incineradoras de residuos municipales o de biomasa.
7. Imposición de un canon de vertido, de incineración y coincineración
Imponer un canon de vertido y de incineración desincentivando que sea más barato verter que prevenir, reutilizar, reparar y reciclar es una medida urgente. La opción de verter debe ser la menos deseable y la más cara. Los ingresos recaudados por este canon se destinarán a la financiar parte de los costos das actuaciones en prevención, preparación para la reutilización, reciclaje y compostaje.
Conclusiones:
Instamos a las autoridades a apostar por el Residuo Cero cómo única estrategia de gestión de recursos en un planeta con recursos limitados, poniendo la prevención de residuos, la reutilización y el reciclaje en el centro del desarrollo sostenible. Amigos de la Terra se presta para llevar a cabo un acompañamiento hoy por hoy clave para la necesaria elaboración de una ley gallega de residuos consensuada y trabajada en todos los sentidos: económico, social, cultural y ambiental.